
Ahora que comienza el año 2025, me es grato reflexionar sobre los logros y desafíos del año pasado y compartir mis esperanzas para el año venidero, haciendo hincapié en el importante hito en la historia del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. En 2024 celebramos el vigésimo aniversario de la entrada en vigor del Tratado: dos décadas de esfuerzos realizados conjuntamente para conservar, compartir y salvaguardar las semillas y otros materiales esenciales para la biodiversidad que nutren el mundo. Durante este tiempo, el Tratado ha pasado de ser un mero texto para convertirse en una entidad mundial dinámica, operativa y eficaz, ampliamente reconocida como foro mundial de referencia para todas las cuestiones relacionadas con los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (RFAA). Gracias al esfuerzo colectivo de nuestras Partes Contratantes y otras partes interesadas, el Tratado Internacional ha seguido prosperando en su papel de foro de gobernanza mundial en el contexto de las plantas que alimentan al mundo.
Especialmente, han aumentado las alianzas con las partes interesadas de los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado, y me complace ver el creciente reconocimiento del Tratado como instrumento clave para construir sistemas alimentarios resistentes, sostenibles y equitativos.
El Tratado Internacional se ha consolidado como la plataforma en la que las naciones colaboran para garantizar que los recursos fitogenéticos estén disponibles para las generaciones actuales y futuras. Gracias a las alianzas y a la distribución equitativa de los beneficios, hemos avanzado enormemente en la contribución a la seguridad alimentaria mundial, la creación de resiliencia frente al cambio climático, la mejora de la biodiversidad agrícola y el empoderamiento de los agricultores y las comunidades de todo el mundo.
Cuenta con el mayor mecanismo mundial de intercambio de RFAA, el Sistema Multilateral de Acceso y distribución de beneficios (MLS), que también se ha convertido en un modelo a seguir; con el Sistema Mundial de Información, que enlaza otras bases de datos de RFAA para proporcionar datos esenciales a los investigadores y fitomejoradores de todo el mundo; con una entidad líder a la hora de ofrecer orientación para la aplicación de los derechos del agricultor en todo el mundo; con un Fondo de distribución de beneficios cada vez mayor, que sigue apoyando la gestión de los RFAA en los países en desarrollo y estableciendo vínculos entre los sistemas y las comunidades locales y mundiales; y con una comunidad mundial que presta su apoyo en todos los asuntos relacionados con la conservación y el uso sostenible de los RFAA. No es de extrañar que el Tratado Internacional se considere uno de los 10 principales logros de la FAO en los 80 años transcurridos desde la creación de la Organización para la Agricultura y la Alimentación.
De cara al futuro, estamos entusiasmados con la próxima Undécima Reunión del Órgano Rector (GB-11), que tendrá lugar en noviembre de 2025 en Lima, Perú. Esta reunión será histórica y trascendental, ya que marcará la futura dirección del Tratado, incluyendo la constante mejora del MLS, la implementación de la Estrategia de Financiación y una mayor armonización con los principales marcos globales, como el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
También será la primera vez que el Órgano Rector se reúna en América Latina y la primera vez que lo organicen conjuntamente dos Partes Contratantes, Perú y Suiza. Una vez más, quisiera expresar mi sincera gratitud y reconocimiento a los Gobiernos de Perú y Suiza por su espíritu de colaboración, que se ha convertido en el sello distintivo de la comunidad del Tratado.
El GB-11 proporcionará una oportunidad crucial para consolidar nuestros logros de las dos últimas décadas y trazar el rumbo de la siguiente fase de nuestro trabajo, reforzando aún más nuestro compromiso colectivo con la conservación y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos en beneficio de todos. Cuando nos reunamos en Lima a finales de este año, tendremos una oportunidad única de demostrar un liderazgo audaz y una ambición colectiva para garantizar que el Tratado siga cumpliendo su mandato. Las decisiones que tomemos determinarán la eficacia con la que podremos ayudar a los agricultores, a los investigadores y a todas las partes interesadas que dependen de la rica diversidad fitogenética del mundo para hacer frente al doble reto del hambre y del cambio medioambiental.
Ahora que nos embarcamos en la siguiente fase de la vida del Tratado, animo a todas las Partes Contratantes y a las partes interesadas a que sigan trabajando juntas, guiadas por el espíritu de colaboración y solidaridad que ha definido nuestro progreso. Juntos, podemos consolidar los avances de los últimos 20 años y seguir impulsando el objetivo mundial de garantizar un futuro sostenible y con seguridad alimentaria para todos.
@PlantTreaty
#TodoComienzaConLaSemilla